Mi amiga ‘robo-girl’
Jade, poseía el poder de dar vida a los
objetos. Este poder se lo transfirió solo a Casie. Con ella había entablado una conexión de madre e hija
no tan sana. Casie era la que más atención recibía y siempre le cumplían todos
sus caprichos. Josué
y Jade eran conscientes que su hija esperaba un gran regalo, pues su cumpleaños
se acercaba. Sin embargo siempre sabían que regalarle. La hora de los regalos, los más costosos y
mejores eran para ella. Casie era una persona materialista pero no era su culpa, sus
padres la habían educado así. Y cuando se le fue otorgado el poder mágico de su
madre, Casie se convirtió en alguien egocéntrica y muy diferente a sus
hermanas. Desde ese día usaba su poder para asustar a sus dos hermanas. Alicia era más sencilla. Tampoco podía pedir
mucho puesto que sus padres no le daban. Ella poseía una sola muñeca, que había
encontrado misteriosamente en el patio de su casa. A pesar de que era la mayor
de todas, siempre tuvo un gran afán por las muñecas, mas nunca hizo saber
acerca de sus gustos. A Florencia siempre la dejaban de lado por ser la más
pequeña, y siempre la ponían a cargo de Alicia.
Alicia llamo a su muñeca ‘robo-girl’, nombre un
tanto extraño pero lo hizo ya que tenía la apariencia de un robot. Siempre
conversaba con ella y se la prestaba a su hermana Florencia. Ella también le
tomó un gran cariño. Era la mejor amiga de ambas, ellas le hablaban como si
fuera humana. Lo más tierno era que
siempre presionaban su brazo para escuchar un "te quiero", que provenía
del parlante interno del juguete puesto que sus padres nunca mostraban afectos
de cariño hacia ellas.
Todas las noches, Casie tomaba a ‘robo-girl’ y
se encerraba en su cuarto a hablar siempre de lo mismo: lo sola que se sentía
en esa casa. Prácticamente no se sentía parte de esa familia, excepto por
Florencia, ella por ser la menor se apegaba a Alicia y siempre jugaban juntas
al igual que con ‘robo-girl’. Lo único que la animaba era escuchar el robótico
sonido de la muñeca diciendo "te quiero".
Cierto día, Casie por envidia quiso darle vida
a la muñeca y asustar a su hermana. Ella sabía que su más preciado objeto era
su muñeca, ‘robo-girl’. Quería lograr que la muñeca hable y le diga cosas
horrorosas a Alicia. Para empezar, escondió la muñeca y así iba a crear una
intriga en su hermana. Al siguiente día
Alicia se volvió loca. Su muñeca no estaba en el lugar en donde la había dejado.
Cuando le pregunto a sus padres si la habían visto, ellos la ignoraron
completamente.
Casia ya había logrado preocupar a su hermana y
ya era hora de hechizar a la muñeca. La llevo a su cuarto, pero no se dio
cuenta que su hermana estaba afuera. Inmediatamente Casie le dio vida y Alicia abrió la puerta sigilosamente. Su
hermana estaba tirada en el piso con sangre. Alicia corrió confundida y rápidamente
tomó su preciado juguete y preguntó temblorosamente que había pasado, y una voz
robótica respondió: "esto lo hice para que estés tranquila, te quiero solo
a ti.... Alicia..."
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